Honduras-Linea base para la evaluación de flujos migratorios y seguimiento a la movilidad en el contexto de la COVID-19. Reporte #2 (Setiembre-Noviembre, 2020)

El 11 de marzo del 2020, debido a los niveles alarmantes de propagación y gravedad del virus COVID-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró estado de pandemia. Honduras confirma sus dos primeros casos de la COVID-19, justamente en el momento en el que la OMS la declaraba una pandemia. En las primeras semanas del mes de marzo, el Gobierno de Honduras inicia con la toma de medidas con el fin de poder controlar el contagio en el territorio nacional.

En el contexto de pandemia, se ha dado un proceso de reapertura gradual de las actividades económicas por medio de fases, llegando a la fase 2 durante el periodo del reporte. La movilidad se condiciona por medio de toque de queda y durante el periodo se han variado los horarios de circulación, que van entre las 5:00 am y las 11:00 pm. Así mismo se mantiene el calendario de circulación nacional de acuerdo con los dígitos del número de identificación personal. También en el marco de la COVID-19, en setiembre de 2020 se dio la reapertura de las fronteras, al permitir el ingreso de personas de diferentes nacionalidades a territorio hondureño. Se mantienen las medidas de bioseguridad y se estipula que cada persona que desee ingresar debe contar con una prueba PCR (la cual tiene un costo entre $50 a $100) con al menos 72 horas de emitida.

A finales de septiembre de 2020, se convocó una caravana de personas migrantes lo cual desató una crisis migratoria al consolidarse un flujo migratorio masivo. La convocatoria alcanzó al menos 4.000 personas migrantes que cruzaron de manera irregular la frontera con Guatemala.

Durante el mes de noviembre, Honduras se vio impactado con los desastres desatados por los huracanes Eta e Iota. Se contabilizaron al menos 4 millones de personas que fueron afectadas directa e indirectamente, asimismo 562.274 personas fueron evacuadas y cerca de 95.000 fueron albergadas temporalmente. Cerca del 70% de los cultivos de granos básicos fueron devastados y alrededor de 318.635 hectáreas de terreno dedicados a la producción agrícola fueron destruidos, la mayoría de los productores afectados son de pequeña y mediana escala.

A raíz de esta situación, la OIM indagar sobre el impacto en la movilidad en los flujos migratorios irregulares y el seguimiento a la movilidad de aquellas personas que han quedado varadas en las fronteras de Honduras.  Por lo que se realizó este estudio, con el fin de generar líneas de base para comprender las necesidades existentes en los puntos de entrada oficiales y no oficiales, a fin de aportar insumos para orientar las acciones a realizar por los organismos de protección a nivel interinstitucional, los gobiernos locales, los paneles transfronterizos y el personal de campo de la OIM.